Hasta siempre, amigo

Creía que había publicado esta entrada el martes antes de subirme a Avila a entrenar, pero se quedó guardada en borradores...aquí os la dejo:

Odio tener que hacer esto, porque deseo con todas mis fuerzas que nada hubiera pasado.

Como todos sabréis, el sábado se produjo otra trágica muerte de un ciclista. Seguramente dentro de podo no dejará de ser un número, una mera estadística salvo para los que le conocíamos.

Es una pena que un chico de 20 años de Cardeñosa, un pueblo de Ávila, viajara hasta Cantabria por el amor a este deporte y la historia acabara como todos sabemos. Un ciclista es ante todo una persona a la que no le importa sacrificarse, perder muchas horas viendo pasar puntos kilométricos con tal de subirse en una bicicleta y ponerse un dorsal. Y Victor era ciclista desde hace muchos años...cuando yo llegué, en escuelas, él ya estaba.

Era, es y será, porque ha perdido la vida pero estoy seguro de que seguirá poniendose dorsales cada fin de semana, seguirá luchando por un sueño y seguirá disfrutando de la brisa que te refresca en los días veraniegos...seguirá encima de una bicicleta.

Pero aunque siga, a todos nos gustaría que fuera de otra manera...porque no llego a entender la razón de algunas cosas. Un drama así se podía haber evitado si todos antes de salir a la carretera nos parásemos un segundo y valorásemos si unos minutos valen más que una vida.

Quizás el conductor tenía mucha prisa, llegaba tarde a cenar, o puede que estuviera trabajando en algín sitio. Igual le estaban esperando para tomar algo. O simplemente siempre conducía así, como si nadie, ni nada pudiese pararlo, como si nada se interpusiese en su camino. Quiero pensar que fue un descuido, un CD, un cigarro, una mirada a los niños, un estornudo... Pero muchas veces conducimos como si estuviésemos solos, como si no fuese un peligro llevar más de una tonelada a más de 60 km/h.

Por ello, y no es la primera vez ni la última, por desgracia, espero que todos pongamos nuestro granito de arena para que ningún ciclista más se deje la vida en la carretera, que es para que la disfrutemos todos, con respeto y sensatez, por favor, que a mcuha gente le encanta ver a Contador de amarillo en París pero cuando ve a los ciclistas en la carretera no los respeta lo más mínimo, pasa a su lado seguro de que a ellos no les pasará nada o circula de forma temeraria sin pensar en los demás. Y eso no es querer al ciclismo, ni pensar más allá de uno mismo.

Y para finalizar quiero que leáis unos versos, libremente parafraseados, de Scott-Holland:

La muerte no es nada, no cuenta.
Nada ha pasado.

Todo permanece exactamente como era.
Nosotros somos nosotros, y tú eres tú,
y la antigua vida que vivimos juntos está intacta
inalterada.
Todo lo que fuimos para el uno para el otro, todavía lo somos.

Te llamaremos con tu nombre familiar de siempre.
Hablaremos de tí en la forma sencilla y afectuosa con que solíamos hablar.
No cambiaremos el tono de voz
no adoptaremos un aire melancólico.
Reiremos, como hacíamos siempre
ante las pequeñas bromas que tanto nos gustaban cuando estábamos juntos.

Actuaremos, sonreiremos, pensaremos en tí.
Tu nombre será la palabra cercana que siempre era.
Lo pronunciaremos sin sombra de tristeza
porque la vida conserva todo el sentido que tuvo siempre.

Todo está bien, aquí.

Hasta siempre, compañero.

Ya estoy en el hotel concentrado para correr mañana en el Circuito de Getxo...la verdad que me he encontrado bien esta semana, aunque nunca se sabe...la semana pasada llegaba con sensaciones muy raras y anduve bien, esta llego con buenas sensaciones y espero andar aun mejor...

En cuanto pueda os cuento como fue la carrera de Ordizia, ésta de Getxo, y contesto a una entrevista pendiente...

Un saludo